Puerto Rico es una isla del Caribe, la más pequeña de las Antillas Mayores, que se distingue por sus bellezas naturales, el talento de los puertorriqueños en la música, el arte y el deporte y sobre todo, por el calor de su gente. Pero, la llamada Isla del Encanto fue transformada por lo que ya se ha catalogado como el evento más catastrófico en la historia no sólo de Puerto Rico, sino de los Estados Unidos de Norteamérica. A un mes del paso del huracán María por suelo boricua, nuestro pueblo lucha por recuperarse del impacto de este fenómeno natural, que tanta desolación dejó a su paso.

Miles de familias han perdido parcial o totalmente sus casas, ya sea por los vientos de más de 185 millas por hora (295 kilómetros por hora) o por las intensas lluvias que provocaron derrumbes que obstruyeron gran cantidad de las carreteras principales y desbordaron la totalidad de los ríos y lagos. La fuerza de los vientos le arrebató el verdor a nuestras montañas, derribó gran parte de nuestros árboles y provocó daños millonarios a la infraestructura del país.

La respuesta de los rotarios del Distrito 7000 fue rápida y certera. A los pocos días del paso del huracán, varios de los clubes alrededor de la Isla comenzamos a proveer ayuda humanitaria a los afectados tales como alimentos no perecederos, agua, artículos de higiene, filtros de agua, lámparas solares y generadores de energía.

Sigue en...

FUENTE:  Las voces de Rotary (Blog)